Magnesio: El cuerpo humano tiene alrededor de 30 g de Mg, el cual se concentra un 60% en la estructura ósea junto con el Calcio y el Fosforo, el resto se distribuye en los tejidos blandos y solo el 1% se encuentra circulando en plasma de forma libre o unido a proteínas.
Varios estudios muestran una relación inversa entre la ingesta de Mg y el desarrollo de hipertensión entre otras enfermedades cardio- vasculares.
Las deficiencias de Magnesio: pueden ocasionar fatiga, calambres, dolores musculares, temblor, trastornos del metabolismo glucídico, debilidad, disminución de las reservas de glucógeno, entre otras.
La práctica deportiva extenuante genera una pérdida de Magnesio:, lo que conduce a una disminución en las capacidades de resistencia y adaptación al esfuerzo.
En trabajos de investigación con deportistas de resistencia se evidencia bajos niveles de Magnesio: en plasma, en reposo y durante el ejercicio, sugiriéndose que esta disminución responde a la pérdida por sudor o a la captación por parte de los glóbulos rojos y de los adipocitos.
El Magnesio: intracelular es requerido por más de 300 reacciones enzimáticas muchas de las cuales están relacionadas con la obtención de energía a través de diferentes vías metabóli- cas, con la síntesis (formación) de proteínas, para mantener la estabilidad del ADN y ARN y para la actividad de una proteina responsable del transporte activo de Potasio.
El Magnesio: extracelular participa en la regulación de los potenciales eléctricos de las membranas nerviosas y musculares y en la transmisión de los impulsos nerviosos a través de las uniones neuromusculares, siendo antagonista del calcio.